Qué es el “skiplagging” y por qué debes pensarlo antes de practicarlo

skiplagging
¿Qué es el skiplagging?



El skiplagging es una técnica para ahorrar en vuelos aprovechando conexiones, pero puede tener serias implicaciones. Consiste en comprar un boleto con escala en el destino real y no tomar el tramo final. Aunque parece una forma económica de volar, presenta riesgos como sanciones de aerolíneas y problemas logísticos. Antes de optar por esta práctica, es crucial conocer las posibles consecuencias legales y operativas.



¿Qué es el “skiplagging”?


Sabemos que las tasas de los aeropuertos y rutas son muy variables. Así que es común que una ruta con conexión o escala sea más barata por tener como destino final ciertos aeropuertos.

El skiplagging (saltarse) consiste en comprar un vuelo con una escala/conexión en el destino al que vas en realidad, pero con un destino final que hace que el vuelo sea más barato. Y el pasajero toma el vuelo y desembarca en la ciudad adonde va, sin tomar el o los vuelos consecuentes. Es decir, no viaja en el último tramo del itinerario adquirido.

Aquí tienes un ejemplo de skiplagging:

· El pasajero va de NYC a CDMX. Ese vuelo cuesta $500 USD. Pero al hacer la búsqueda encuentra que puede comprar NYC a Puerto Vallarta por $300 USD. Ese itinerario hace conexión en CDMX. Entonces compra el itinerario NYC-Vallarta, pero sólo toma el vuelo NYC-CDMX. Ahí se queda y no toma el vuelo CDMX-Vallarta.

Antes de animarte a practicar el skiplagging hay un tres puntos sumamente importantes que debes considerar.

1. Es imposible hacer skiplagging en un vuelo redondo. Porque al no tomar uno de los vuelos, se aplica la cláusula “no show” y se cancela todo el itinerario. Es decir, basándonos en el ejemplo dado, si tiene un vuelo redondo Vallarta-NYC con conexión en CDMX. No puedes pretender viajar de CDMX a NYC. Al no tomar el vuelo Vallarta-CDMX se cancela automáticamente todo el itinerario y te quedas hasta sin vuelo de regreso.

2. Si viajas con equipaje documentado, este irá hasta tu destino final. Así que para hacer el skiplagging debes viajar siempre con equipaje de mano solamente. Y si te proponen que documentes el equipaje justo antes de subir al avión, deberás negarte y acatarás las normas que la aerolínea decida aplicar.

3. La aerolínea podría cambiar la ruta y entonces no podrás quedarte en la ciudad a la que vas en realidad. Te pongo un ejemplo, tomando en cuenta el ejemplo. Compras NYC-Vallarta, con conexión en CDMX, que es adonde vas en realidad. La aerolínea, por cualquier causa, cambia el itinerario y ahora vuelas NYC-Monterrey-Vallarta. Ya no pasas por CDMX y deberás ir hasta Vallarta y de ahí, tomar otro vuelo a CDMX. 



¿Por qué el skiplagging provoca controversia?


Alguna vez alguien me dijo: “pero en qué les afecta a las aerolíneas y los aeropuertos, el viajero puede decidir dónde se queda”. El caso es que, aunque resulta tentador el skiplagging desde el punto de vista económico, plantea una serie de problemas éticos y legales para viajeros y aerolíneas.

Las aerolíneas establecen en sus términos y condiciones que el skiplagging está prohibido. Al comprar un boleto, el pasajero acepta respetar las reglas del contrato de transporte, esas que están en letras chiquitas y que nadie lee.

El pasajero, al comprar el boleto acepta tomar los vuelos reservados. Ignorar esta condición es caer en el incumplimiento del contrato y por lo tanto, podrías ser sancionado. No se trata de un delito penal, así que no hay riesgo de cárcel. Pero sí podrían imponer alguna demanda que pida una retribución económica. Lo más común es que apliquen una prohibición. El pasajero queda impedido de volver a viajar con la aerolínea por algún tiempo o de forma permanente.

Asimismo, el skiplagging puede interferir con la planificación operativa de la aerolínea. Para comenzar, harán un llamado por los altavoces para que se presente el pasajero faltante. Si la persona finalmente no se presenta en su vuelo de conexión, la aerolínea podría enfrentar problemas logísticos y de gestión de asientos que termina afectando a otros pasajeros.

Al comprar un itinerario de viaje, estás pagando las tasas y cargos aeroportuarios correspondientes. Si desembarcas en un aeropuerto que no era tu destino final, ahí hay una irregularidad. Igualmente, si el skiplagging se practica en vuelos internacionales, hay inconsistencias migratorias que podría afectar tu historial de viajes. Recordemos que en la actualidad todos los países están conectados y tienen bien registrados nuestros ingresos y salidas de cada país.



Aerolíneas quieren evitar el skiplagging


Para contrarrestar esta práctica, las aerolíneas han comenzado a implementar algunas medidas, que van desde el simple monitoreo hasta la aplicación de sanciones bastante fuertes.

Algunas aerolíneas ya están usando tecnología avanzada para rastrear patrones de viaje de los pasajeros. De esta forma detectan quién ha hecho skiplagging en el pasado y toman medidas para que en los presentes vuelos no se repita. Incluso algunas líneas aéreas han decidido fichar a esos pasajeros y ya no les permiten volar en su aerolínea. Algunas incluyen en la prohibición a sus aerolíneas filiales.

Otra medida ha sido excluir a esos pasajeros de sus programas de fidelización. Pero también hay casos aún más fuertes, en los que las aerolíneas han tomado acciones legales contra pasajeros que abusan de esta práctica, reclamando daños por incumplimiento de contrato. Y eso lo han sabido precisamente usando la tecnología para detectar quienes, cuántas veces y en dónde, han hecho skiplagging.

Pero más allá de las medidas que te puedan afectar en tu historial de viajes y en el futuro, hay consecuencias prontas. Al omitir un vuelo de tu itinerario, pierdes la protección que ofrece la aerolínea en caso de interrupción del servicio debido a retrasos u otros problemas.

Un ejemplo real fue el caso de Lufthansa contra un pasajero que practicaba skiplagging. La aerolínea demandó al pasajero por incumplimiento de contrato. Este caso subraya cómo las aerolíneas están tomando medidas legales para protegerse contra esta práctica. En otro ejemplo, un viajero fue demandado, le quitaron sus millas, lo obligaron a pagar una diferencia de tarifa y obtuvo una prohibición temporalmente de volar con esa aerolínea.

Un caso más fue el de un joven que viajaba de Florida a NYC, con conexión en Charlotte. Unos agentes de American Airlines en el Aeropuerto Regional de Gainesville, en Florida, detectaron que la reservación era extraña. El joven ni siquiera logró pasar el mostrador de facturación en Gainesville, pues los agentes de la aerolínea le preguntaron por qué iba a volar a Nueva York cuando su escala era en su ciudad natal, Charlotte. Luego de ello, tuvo que aceptar que se quedaría en Charlotte. Entonces, lo obligaron a pagar por el vuelo directo y obtuvo una ficha que le prohíbe viajar con AA por tres años.

Ahora bien, volvamos a las letras chiquitas que nadie lee. Al comprar un vuelo estás aceptando cumplir el contrato que la aerolínea tiene.

United Airlines dice claro que se reserva el derecho de vetar de forma permanente a los viajeros que no completen su viaje. También incluye revocar el estatus de viajero frecuente y eliminar las millas acumuladas. Alaska Airlines es más determinada y menciona en su contrato que emprenderá acciones legales contra los viajeros que infrinjan sus políticas. Y American Airlines señala que emprenderá diversas acciones, entre las que están impedir que el pasajero vuele y cobrarle el costo del trayecto directo.

Así las cosas, el skiplagging no es ético ni legal. Su práctica sigue siendo común y creo que el viajero tiene la última palabra, decidiendo si se la juega o no.