No tenía la mínima idea de la influencia alemana que hay en algunas regiones de Texas, la que es muy marcada en Fredericksburg y Boerne, localidades cercanas a San Antonio que son parte del llamado Texas Hill Country y que vale mucho la pena visitar.
Una visita a Fredericksburg y Boerne se hace necesaria para sacar más provecho a ese viaje que tienes planeado a San Antonio para el shopping; quédate un par de días más, renta un auto y visita los alrededores.
Fredericksburg está a poco más de una hora de San Antonio, es parte del condado de Gillespie y el lugar donde se lleva a cabo el Oktoberfest cada mes de octubre, como marca la tradición alemana.
Además de encontrar buena cerveza, como era de esperarse, en Fredericksburg también hay vinícolas que se pueden visitar para tener una degustación, aprender de vinos, comer rico y disfrutar de un gran día fuera de la ciudad, entre ellas están Becker Vineyards, con su gran espacio abierto lleno de flores; y Four Point Cellars, con deliciosos quesos además de buen vino.
Por lo que pude ver, como en Fredericksburg hay cerveza, vinos, rica comida, pan delicioso y buenos quesos, creeme que el paladar queda muy consentido.
Fredericksburg es pequeño y en su calle principal cuentan que hay más de 150 establecimientos interesantes, entre cafeterías, restaurantes, galerías de arte y museos que permiten al visitante conocer las raíces de esta localidad.
Por otro lado, está Boerne, que queda a menos de media hora de San Antonio en el condado de Kendall. Es un lugar tranquilo y más pequeño que Fredericksburg.
Boerne deja ver su influencia alemana en cada detalle, casa y parque. Al caminar por sus calles podrás llegar hasta su Distrito de las Artes, donde hay varias tiendas de antigüedades y galerías. La cerveza también es punto a resaltar en Boerne, además de su panadería, porque créanme que tienen los mejores scones que he probado en mi vida.
Es un lugar muy marcado por las artes y eso se deja ver incluso en sus parques, como es el caso de las orillas del Arroyo Cibolo, donde hay muchas piezas de escultores de la localidad.
Este es uno de esos pueblos donde se antoja pasar por lo menos una noche y para ello te recomiendo el Hotel Ye Kendall Inn, que data de 1859 y además de ser lindo, tiene los aires de otros tiempos y del viejo continente.
Si buscas buena cerveza local, puedes ir a The Dodging Duck Brewhaus, que tiene una gran variedad que producen ahí mismo.
Becker Vineyards. |