Esto que les cuento poco tiene qué ver con viajes, pero sí se los quiero platicar porque es lo que no me canso de repetir: “la vida no se equivoca” y somos nosotros los que pensamos que lo que queremos es lo que la vida nos debe dar; y si bien, también creo mucho en decretar para obtener lo que deseamos de verdad, pienso que hay un montón de cosas y situaciones que nos rodean que no podemos controlar y es ahí cuando la vida entra y nos da alguna señal, lección, sanción o premio, así de simple veo la vida. Este año (2012), la vida me dio precisamente una probadita de estas creencias.
A finales de 2011, presenté a Turismo Federal de mi país (México) una propuesta que básicamente constaba de recorrer en 2012 una ciudad por mes durante 3 ó 4 días, para promoverla a través de mi blog y redes sociales. La propuesta no pedía pago alguno, solamente el apoyo con el transporte (avión, autobús, gasolina y casetas, según fuera el caso del destino), pues el hospedaje lo tengo resuelto gracias a infinidad de hoteleros por todo el país; comidas y gastos extras los cubriría de mi bolsillo. El documento sugería que de no ser posible que la institución cubriera los gastos de traslado, me ayudaran a acercarme a las instancias o empresas indicadas para conseguirlo. En fin, nada ocurrió y mi propuesta seguro se quedó en la charola del correo electrónico como algo sin importancia. No les niego que al pasar los días me sentí triste, decepcionada y hasta dudando de lo que hacía.
Enero llegó y Puebla me hizo tener un mucho mejor ánimo para iniciar un 2012 que me trajo grandes y fantásticas sorpresas. En enero recibí la invitación para ir en febrero a Playa del Carmen, en febrero me propusieron ir a Canadá durante mayo, en marzo regresé a Food & Wine Ixtapa; para el verano recibí el apoyo de Disney World, Universal Studios, American Airlines y la oficina turismo de Orlando para ir a aquél destino de Florida, así como de Xcaret Park, Delphinus y los hoteles Dreams y Paradisus para visitar Playa del Carmen. A mi regreso de ese viaje recibí la invitación de Medellín para ir a aquella ciudad de Colombia en agosto y mientras afinábamos detalles, Jalisco me recibió tan bien como siempre. Mientras estaba en Medellín, Royal Caribbean me invitó a vivir una gran experiencia abordo del Allure of the Seas y pocos días después, Disneyland me consideró para conocer la expansión de su parque viajando a Anaheim. Y por si todo esto fuera poco, Republica Checa y Lufthansa me permitieron vivir la gran experiencia de conocer su hermoso país. Además de todos los lugares cercanos a los que pude ir. Todos estos viajes los hice gracias a los apoyos de empresas y destinos; y yo por mi parte, les ofrezco lo que sé hacer, promoverlos en mis propios medios: blogs y redes sociales.
En fin, después de lo vivido en 2012 me queda claro que “la vida no se equivoca” pues si me hubieran aceptado la propuesta que hice a fines de 2011 no habría podido aceptar todas estas propuestas e invitaciones. No me resta más que agradecer a Turismo Federal y por supuesto, también a la vida misma.