Confieso que con rigurosa fidelidad me aventé varias telenovelas colombianas, entre ellas Café con aroma de mujer y Las Juanas; entonces llegaron a aparecer algunas escenas de pueblos colombianos por demás agradables y desde entonces se grabó en mi mente visitarles algún día. Así las cosas, llegué a Medellín (Colombia) y luego pude visitar algunas cercanías, entre ellas el pueblo llamado Jardín.
A poco más de 100 kilómetros de Medellín, se encuentra Jardín, un pueblo tranquilo ubicado en el departamento de Antioquia, con sus calles en pendiente, una plaza principal, su basílica imponente y las casas, que para mi fueron el principal punto de atracción.
En el centro se aprecian sus bien cuidadas casas, todas con puertas y ventanas abiertas, así nomas… como para demostrar que es un pueblo que gusta de recibir al visitante, pero la realidad es que las mantienen de par en par para que al pasar la gente eché un vistazo para adentro.
Hombres, mujeres y niños van y vienen con tranquilidad, y cómo ha de ser así, si Jardín no ha registrado violencia alguna en sus últimos años, con decirles que las muertes que tuvieron lugar durante el 2011, todas fueron por causas naturales o enfermedad.
Ahí, es bonito darse el tiempo para disfrutar sus calles, pasear y conocer, pero también se puede ir al Museo Clara Rojas, que se encuentra justo frente al Parque Libertador, que es su plaza principal en el centro del pueblo. Este parque tiene la característica de no tener una estatua de Simón Bolivar en el centro, como ocurre en muchas otras de Colombia. Y luego pasa a visitar la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción.
Y para darle gusto al gusto, qué mejor lugar que la Dulcería del Jardín, con tantas delicias que seguro te atraparán. Panelitas, arequipe de arracachá, ahuyama o chontaduro, jaleas, obleas y muchos más, podrás encontrar y llevar a tus amigos como gran regalo.
Tip: Consigue un guía del lugar para que te cuente las simpáticas e interesantes historias que rondan por el pueblo, así te será mucho más entretenida la visita.