Fue en enero de 2011 cuando me hospedé por primera vez en el Hotel Boutique Villa Ganz. De entonces a la fecha he regresado en varias ocasiones y me da un gusto enorme reencontrarme con las mismas personas, y con el mismo y encantador servicio.
Villa Ganz, uno de los mejores hoteles de Guadalajara
Volví a Guadalajara para asistir al estreno de LUZIA, el espectáculo del Cirque du Soleil inspirado en México. Y ese fue el gran pretexto para hospedarme nuevamente en uno de los mejores hoteles de la ciudad, Villa Ganz.
Las mañanas en Villa Ganz inician con el aroma del café recién preparado y dispuesto desde temprana hora, para aquellos madrugadores como yo.
Luego, un desayuno en la terraza y el desayuno y charla siempre agradable del personal del hotel. Magnifica forma de iniciar el día, para luego salir a explorar la capital de Jalisco.
Por las tardes, al regresar, se antoja descansar un poco en la terraza, donde siempre tienen algún aperitivo y vino para consentir a los huéspedes.
Mi habitación, como todas las de este hotel, fue comodísima y hermosa, con vista a la calle, pero sorprendentemente silenciosa al cerrar las ventanas. Villa Ganz es un hotel que cuida hasta el más mínimo de los detalles, para que sus huéspedes gocen cada uno de los momentos de su estancia y queden tentados a regresar con gusto.
Regreso a Villa Ganz en diciembre de 2011
Regresé en compañía de mi pequeña al Hotel Boutique Villa Ganz en Guadalajara (Jalisco, México) para asistir y ser parte de un evento, pero aproveché también para comer rico en esa ciudad que goza de una maravillosa oferta gastronómica y visitar la famosa FIL.
Llegamos a medio día a Villa Ganz y la cálida recepción no se hizo esperar, la sonrisa del personal que no me es ajeno “me hace sentir como en casa”. En la habitación, vino para la mamá y una soda para la pequeña, flores y fruta, siempre son tan detallistas y eso es lo que los hace especiales. El tiempo era valioso y había que salir a disfrutar de la ciudad, pero al regreso en la noche la cortesía nocturna ya estaba hecha y las camas listas para recibirnos.
Esas camas sin duda son de las mejores que hay en el ámbito hotelero de nuestro país, algún día me habrán de confesar el tipo de colchones y ropa de cama que usan pues cuando entras en ellas ya no quieres salir aunque el sol esté brillando.
Llegó el día y aunque sabemos que el desayuno se sirve donde y a la hora que el huésped lo prefiera, nosotras quisimos disfrutar del sol y el jardín del hotel, y comer unos ricos chilaquiles preparados en el momento, además de fruta, jugo y café.
La atención en Villa Ganz es totalmente personalizada y ofrecen tantos servicios a sus visitantes que es difícil mencionarlos todos. En la sala de esta bella casona hay bebidas y bocadillos todo el tiempo y cambian según la hora del día, puedes pedir comida o cena de diversos restaurantes cercanos, además de que están totalmente dispuestos a hacer todo lo posible para consentir a sus huéspedes y que estos se vayan felices, es por eso que tienen tantos clientes repetitivos y han hospedado a varias personalidades.
En fin, regresé y espero que no sea la última vez porque de verdad que es uno de mis favoritos.