Qué mejor forma de conocer el paradisiaco Huatulco, en Oaxaca, que acercándose a sus 9 bahías y sus 36 playas. Este es un paseo clásico del lugar que se puede aprovechar para visitar algunas de las playas semivírgenes y disfrutar de las actividades como snorkel, nadar o simplemente pasar una mañana rodeado de este maravilloso regalo de la naturaleza.
Visitar las Bahías de Huatulco
Acercándose a la Bahía Santa Cruz o preguntando en la recepción de tu hotel, te podrán dar información sobre las diversas opciones que hay para realizar este paseo en la embarcación y al costo que mejor convenga a tus posibilidades. Yo hice ese paseo hace años en una lancha y en mi más reciente visita a Huatulco lo hice en un yate con un grupo de periodistas de viajes, lo cual fue todo un lujo que disfrute muchísimo.
El paseo por las bahías es el atractivo más importante de Huatulco y suele acompañarse por la explicación del recorrido, con datos muy interesantes y anécdotas.
Como les decía, son 9 bahías, tres de ellas son Tangolunga, que es donde se encuentran varios de los hoteles; Chahue, que cuenta con una marina; y Santa Cruz, que es de donde salen los típicos paseos en catamarán y diversas embarcaciones para realizar el paseo. Luego le siguen las bahías que son una delicia: Conejos, que es a donde se suelen realizar los paseos a caballos, pero se dice que ahí estará la siguiente zona hotelera; Cacaluta, que es la famosa “Boca del Cielo” de la película Y tu mamá también, aquí se encuentra la laguna Zanate y además esta área es el hogar de miles de aves migratorias que llegan hasta allí cada año; en San Agustín está una de las más grandes placas de coral del Pacífico y por lo tanto es ideal para practicar el snorkel; y la bahía del Organo, que se dice cuenta con la playita más tranquila ideal para que los niños naden en aguas tranquilas y claras; Maguey que cuenta con palapas, playa trnquila y es el lugar ideal para degustar platillos preparados ahí mismo con pescado y mariscos frescos.
Por último les menciono la bahía Chachacual que tiene una muy singular belleza porque está de verdad desierta, fue ahí en la playa la India donde el Hotel Camino Real nos organizó una comida deliciosa y sorprendente, pues nos quedamos boquiabiertos al acercarnos en el yate y ver las carpas con una bella mesa montada con flores frescas y el personal siempre atento y dispuestos del hotel, ya con un delicioso menú con platillos preparados con frutos del mar.