San Miguel de Allende es una de las ciudades en dónde más
hoteles boutique he visto. Tomando en cuenta su tamaño y población, la oferta que esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad tiene en categoría boutique es bastante amplia. Varios son los hoteles en los que nos hemos hospedado allí y en nuestra más reciente visita pasamos dos adorables noches en el
Hotel Boutique La Puertecita.
La Puertecita se encuentra un poco alejado del Centro Histórico, pero no tanto; más bien yo diría que está a la distancia perfecta como para no abrumarse con el ruido y gentío que suele haber los fines de semana en
San Miguel de Allende, y bastante accesible como para llegar a cualquier punto interesante en tan sólo unos minutos.
La Puertecita tiene habitaciones amplias y bellos decorados con toques mexicanos. El baño luce linda talavera en las paredes y tina. Además cuenta con gran comodidad y silencio para tener un fabuloso descanso.
Al despertar escuché una caída de agua, que sin duda resulta relajante; y al ver un hermoso paisaje por la ventana, decidí salir a caminar y me encontré con espacios comunes muy agradables, dos albercas y un jacuzzi, un gimnasio, salones para eventos, fuentes y un pequeño spa.
El restaurante es acogedor y tiene terraza con una vista que de verdad se disfruta; ahí desayunamos y como era fin de semana había bufete. Un buen café con un panecito de pan recién horneado, me supo a gloria. Justo a un lado del restaurante hay una sala que invita a la lectura y a pasar un rato de conversación a gusto.
Por último, pero no por tener menor importancia, debo reconocer la amabilidad de su personal ¡qué bien nos atendieron!
Ay,
San Miguel de Allente, te pienso y me dan ganas de regresar!