Pese a que no me gustan los cruceros, me armé de valor y me “trepé” en el que va por el Río Nilo. Increíble ¿no?...muy viajera pero le saco a subirme a un crucero. Sé que es un trauma que deberé superar en algún momento de mi vida, pero ya veremos.
Crucero por el Río Nilo
El crucero por el Río Nilo no es tan intimidante como los que van por mar, pues todo el tiempo ves tierra y eso me da tranquilidad (Ay sí…cómo si fuera muy buena nadadora). En fin, es parte obligada del tour por Egipto y no te lo puedes perder!
Tras la llegada a Aswán y visitar la presa, nos llevaron a registrarnos en el crucero. Un check in como en cualquier hotel, nada diferente; pero aquí además nos indicaron cuál sería nuestra mesa para todo el viaje; o sea que para desayuno, comida o cena, habríamos de ocupar siempre la misma mesa. Después tuvimos oportunidad de tomar té y recorrer el crucero en el que pasaríamos varios días.
Nuestro camarote no era lo pactado, así que hicimos la reclamación pertinente y nos lo cambiaron sin mayor problema. Debo mencionar que aquí también nos acompañó el guía, quien viaja en otros camarotes destinados para ellos.
Todos los servicios de alimentos son buffet y encuentras prácticamente lo mismo que acostumbras a comer, nada sofisticado ni típico a lo que le puedas temer.
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