Canadian Museum for Human Rights, en Winnipeg. |
Seguramente saben de buenos museos en el mundo con el tema de los derechos humanos, pero creanme que ninguno como el Canadian Museum for Human Rights, que se encuentra en Winnipeg, la capital de la provincia de Manitoba, en Canadá.
Dónde está el Canadian Museum for Human Rights
Conocí el Canadian Museum for Human Rights a mediados del 2013, durante un corta visita que hice a Winnipeg. Entonces, nos mostraron el edificio aún en construcción y nos contaron sobre la importancia del lugar en cuánto a arquitectura y acervo.
Por supuesto que entonces, con algo de imaginación, se hacía saber que sería un buen museo. Ahora, que he tenido la oportunidad de conocerlo en plenas funciones, les puedo contar que se ha convertido en uno de mis museos favoritos en el mundo, que es mejor de lo pude imaginar en aquel primer vistazo y que, por conocerlo, bien vale la pena un viaje a Winnipeg.
El Canadian Museum for Human Rights fue inaugurado en 2014 y se encuentra en el centro de Winnipeg. El edificio es una joya de la arquitectura moderna, obra del arquitecto Antoine Predock. En su diseño se incluyen espacios abiertos con formas ondulantes, no hay escaleras (por lo menos no para el público) y en su lugar, los visitantes van ascendiendo por rampas. Esto y la amplitud, lo convierten el un sitio 100 por ciento accesible.
También se puede subir por elevadores que tienen paredes transparentes y así se alcanzan a ver algunas salas del museo y una parte muy importante: las personas que ahí trabajan. Decisión muy interesante, porque en lugar de mantener las oficinas apartadas, como en otros lugares, allí están literalmente dentro del recinto y perfectamente bien complementadas con el museo.
El edificio, cómo les contaba, es realmente interesante e imponente en su exterior. Cada espacio representa algo de Canadá: las rocallosas, los lagos, el hielo, las auroras boreales, todo está ahí de alguna manera.
En cuanto al contenido, están presentes los grandes defensores de los derechos humanos; pero así también aquellos a quienes les han violado sus garantías humanitarias.
América Latina ocupa un espacio importante en este museo, donde en algunos cubículos se muestran las historias de refugiados políticos y de los trabajadores rurales que han emigrado a Canadá en específico.
El museo se puede visitar en familia y cuentan con actividades para todas las edades. “Rompiendo el silencio” es una de las salas que más llamó mi atención, es 100 por ciento digital y muestra trágicas violaciones a los derechos humanos, como la esclavitud, el Holocausto y los genocidios, como el ocurrido en Guatemala.
El Canadian Museum for Human Rights se pensó cómo un museo que irá cambiando, gracias a que gran parte de su contenido es digital. Es un museo que responde a los requerimientos de los visitantes, en cuánto a muchas temáticas relacionadas con su contenido principal.
Es importante aclarar que no se trata de un memorial, es un museo muy moderno, verdaderamente interactivo y que busca informar sobre los derechos humanos, pero sobre todo inspirar a los visitantes en un afán por lograr el respeto y el trabajo por los mismos.
Tips: Al visitarlo, no olvides ir hasta el mirador, desde donde se tienen bonitas vistas de la ciudad; y dentro del museo hay un buen restaurante, así que planea tu tiempo para que comas o cenes ahí.