Feynan Eco Lodge |
Luego de conocer Gerasa, hice una visita muy breve me dejó conoce justo la esencia de Feynan Eco Lodge, que es un ejemplo de sustentabilidad y respeto al medio ambiente y su entorno; es uno de los mejores hoteles ecológicos del mundo según National Geographic Adventure Magazine y se encuentra en Jordania, en la región de Dana.
Hotel ecológico en Jordania
Feynan Eco Lodge es el tipo de hoteles que me encantan, pero lamentablemente la estancia fue de sólo una noche, con un arribo muy tarde y una despedida poco después del medio día, lo que me hace imposible poderles contar a detalle lo que es en realidad este hotel ecológico.
Sin embargo, sí pude constatar que es un espacio adorable para el desconecte total, para relajarse y reencontrarse consigo mismo, así como para poder vivir la experiencia del contacto con la cultura beduina actual de Jordania.
Llegué muy noche a Feynan Eco Lodge y mi mirada (acostumbrada a la luz) no podía definir bien el lugar. Las velas alumbraban el camino y así recibí la llave de mi habitación que estaba en el segundo piso. Hasta allá fui y pude apenas ver que era un espacio sencillo y cómodo.
En las habitaciones de Feynan Eco Lodge casi toda la luz se obtiene de velas y un velo protege de los insectos. Mi espacio por esa noche fue un par de camas, una mesita con silla pegada a la pared y del otro lado un par de ventanas alargadas por las que entró la luz del Sol a la mañana siguiente para darme los buenos días.
El baño es ecológico, según me explicaron, y de la regadera cae agua que es calentada con energía solar. Amenidades básicas y orgánicas para el aseo personal y la advertencia de no beber del agua de la llave, complementaban la información en mi habitación.
La estancia incluye las comidas, porque claro que no hay restaurantes cercanos; éstas son vegetarianas, 100 por ciento saludables y conformadas con platillos jordanos.
Familia beduina en Jordania
Al día siguiente, pude por fin conocer mejor el hotel, donde predominan los colores claros y los escenarios naturales que le rodean invitan al descanso completo.
Luego del desayuno salimos a caminar por la región hasta llegar a un par de casas beduinas, en una nos sirvieron té y nos contaron sobre su forma de vivir, también prepararon pan de una muy singular forma: se bate harina, agua y sal, se hace una especie de tortilla gruesa, se coloca en un hoyo en la tierra con cenizas de fuego aún incandescentes y se tapa también con ellas; luego de unos minutos se saca, se voltea y se vuelve a tapar con cenizas. Pronto está listo, se saca, lo sacuden y lo parten. Realmente tiene buen sabor y es parte básica de su alimentación.
En otra de las casas se ofreció café y luego fue el regreso al hotel, donde apenas comimos y salimos rumbo al siguiente punto del recorrido, a Petra.
La hora del té con familia beduina. |