Si hay un lugar donde es tradición comer en Pátzcuaro, Michoacán, ese es el Restaurante Doña Paca, que toma su nombre precisamente de quien fuera la propietaria de la antigua casona donde está y que es también el Hotel Mansión Iturbe.
Ya sea que te hospedes en el Hotel Mansión Iturbe o no, es obligado ir a su restaurante y desayunar, comer o cenar ahí, porque cada comida es una fiesta de sabor que seguro te fascinará.
Para comenzar, el ambiente es propio de otros tiempos, de aquellos en que pasear por las tardes en la plaza principal era el momento más importante para socializar. Así que puedes aprovechar para comer en las mesitas que el restaurante tiene en sus portales, para ver pasar a locales y visitantes en su ir y venir por ese Pátzcuaro encantador que aún guarda en sus entrañas su más pura esencia de pueblo. Pero si prefieres privacidad, su interior te recibirá con un ambiente acogedor, como si estuvieras en el comedor de la casa de algunos amigos.
Luego, te sugiero que pidas una de las bebidas que son tradición en el restautante, un Juan colorado, que está preparado con charanda, granadina, limón y algunos ingredientes más, totalmente sabroso y refrescante.
Yo, iba decidida desde días antes a probar el famoso churipo, que es un caldo de res, con verduras y que se sirve acompañado de corundas. Tienen que probarlo!!! Pero advierto que con un plato basta para tener una comida completa.
Las enmoladas, la sopa tarasca y el plato michoacano también son deliciosos, todos muestra de la buena gastronomía que el estado de Michoacán puede presumir al mundo.
De postre, yo opté por el tradicional ate con queso, pero no me pude resistir a las torrejas y a los buñuelos recién preparados.
Pero si del desayuno hablamos, entonces hay que aclarar que los uchepos y las corundas son tradición, aunque yo preferí probar los chilaquiles purépechas, que se preparar muy similar a los tradicionales, pero con la diferencia de que en estos la salsa lleva el huevo revuelto. Muy ricos!
Sé que lo probado fue tan sólo una pequeña muestra de los sabrosos platillos que se preparar en Doña Paca y es por eso, precisamente con el pretexto de probar más, que he de volver al encantador Pátzcuaro.