Cómo les conté en el post Sayula, más que el pueblo de Rulfo, Gran Casa Sayula es toda una delicia; desde el ambiente al llegar, su comida, habitaciones y atención… todo ahí es simplemente delicioso.
Hotel boutique en Sayula
Una hermosa casona que data del siglo XVIII y que era conocida como “la Casa del Marqués de Sayula”, hoy alberga a este hotel boutique. Además, como edificación con gran valor histórico está catalogada por el INHA y el INBA. Es de resaltar que en la reconstrucción se tuvo extremo cuidado en respetar su estructura, por lo que es un deleite poner tan solo un pie en su interior.
Llegamos en una tarde calurosa y apenas bajamos del auto, la frescura de Gran Casa Sayula se hizo sentir: una fuente en el patio principal que me remonta a otros tiempos con el agua que brota y llega hasta el piso, los pájaros, los macetones llenos de verdor y sombras que crean un oasis de tranquilidad a tan sólo poco más de una hora de la bulliciosa ciudad de Guadalajara.
Pronto nos instalamos en nuestra habitación que estaba justo al lado de la alberca. Amplia, muy agradable y con grandes detalles: finas amenidades, textiles especiales que hacen honor a Juan Rulfo, piezas de artesanía propias de la región y los servicios típicos de un hotel de esta categoría.
Luego pasamos al restaurante, donde comimos verdaderamente riquísimo, pero de esas delicias que prepara el Chef Kornie Bañuelos para el Restaurante La Frambuesa, les contaré en otro post a detalle. Lo que si no quiero dejar pasar de mencionar es que preparan un agua de frambuesa que se volvió desde ese momento en una de mis favoritas.
Un rato de descanso y luego, a aprovechar el calor y la alberca, que está en una parte de la casa donde luce sencillamente espectacular.
Vale la pena mencionar que el hotel también ofrece a sus huéspedes información turística de la región, está en pleno centro de Sayula, cuenta con estacionamiento propio y tienen un gran secreto que les contaré aquí entre nos: el masajista de su Spa Terracota es “glorioso”, pero eso también merece post aparte.
El servicio está lleno de detalles, de los cuales no quiero contarles todo para dejar cabida a la sorpesa, pero la cortesía de noche... bueno... que gran idea: original y deliciosa!!
Así las cosas, pasamos unos días maravillosos de los que les seguiré platicando en los próximos días.